La generación que no puede esperar
Una mujer que hoy comienza su carrera profesional tendrá que esperar más de un cuarto de siglo para ver la paridad de género en los puestos directivos del mundo. Así lo advierte el reporte Women in Business 2025 de Grant Thornton: si el ritmo actual se mantiene, la igualdad en la alta dirección se alcanzará hasta el año 2051.
Desde Atenea Network, creemos que hablar de género no es solo hablar de derechos, sino de economía, competitividad y desarrollo social. Y este reporte lo confirma: las empresas con más mujeres en la toma de decisiones no solo son más justas, también son más rentables, más creativas y más resilientes ante las crisis.
El problema no es la falta de talento. Es la falta de velocidad. Y el costo de esa lentitud, podría ser una generación entera de mujeres que se quedan a mitad del camino.
El avance es real, pero insuficiente
Hoy 34% de los puestos de alta dirección a nivel global están ocupados por mujeres. Un avance frente al 19.4% registrado en 2004, pero aún lejano de la paridad. Si la tendencia no se acelera, las niñas que hoy estudian primaria llegarán al mercado laboral antes de que la igualdad sea una realidad.
Solo 4.1% de las empresas declaran no tener mujeres en sus equipos directivos, una cifra que hace apenas una década era casi del doble. En economías como China, Indonesia y Estados Unidos, ya no existen corporativos completamente dirigidos por hombres. Sin embargo, eso no significa que la igualdad sea una conquista global.
La representación femenina crece, pero todavía de forma desigual. Los cargos con mayor presencia de mujeres siguen concentrándose en Recursos Humanos (47.6%), Finanzas (44.6%) y Marketing (33.3%), mientras que solo 21.7% de las direcciones generales (CEO) están en manos de mujeres, una cifra incluso menor a la alcanzada en 2023.
La pregunta no es si las mujeres pueden liderar. Es por qué siguen sin llegar a los lugares donde se toman las decisiones.
Latinoamérica: el pulso del cambio
América del Sur encabeza las cifras globales con 37.2% de mujeres en puestos directivos, superando la media mundial. Argentina y Brasil son los países que impulsan esta tendencia, en parte por la presión social, política y cultural que ha exigido mayor representación femenina en la última década.
Movimientos como #NiUnaMenos y leyes como la Ley de Igualdad Salarial en Brasil han colocado a las mujeres en el centro del debate público y corporativo.
El Fondo Monetario Internacional estima que eliminar la brecha de género podría aumentar el PIB de los países en desarrollo hasta en 23%.
Es decir: promover la equidad no es solo un asunto ético, sino una estrategia económica inteligente.
En México, los avances aún son lentos. Según el IMCO, las mujeres ocupan apenas el 36% de los puestos de liderazgo, y la cifra desciende de manera drástica en los consejos de administración y direcciones generales.
La cultura organizacional mexicana sigue marcada por estructuras tradicionales y políticas de equidad que, en muchos casos, no se traducen en resultados reales.
Los techos no siempre son de cristal: a veces son de cultura
Uno de los hallazgos más potentes del estudio es que las empresas que aceleran su avance hacia la igualdad lo hacen, en gran parte, por presión externa.
Más del 77% de las organizaciones han recibido solicitudes de clientes, inversionistas o reguladores para demostrar su compromiso con la equidad de género. En esas empresas, la proporción de mujeres directivas creció 3 puntos porcentuales más que la media global.
Esto demuestra que cuando el entorno exige igualdad, las empresas actúan. Sin embargo, la transformación sostenible no puede depender solo de la presión externa.
Desde Atenea Network creemos que el verdadero cambio debe nacer desde dentro, con estructuras que acompañen y desarrollen el liderazgo femenino a lo largo de toda la carrera profesional.
El reporte lo confirma: los programas de mentorías y networking son los más efectivos para impulsar la diversidad, aunque son los menos implementados. Solo una de cada cuatro empresas tiene objetivos claros en estos ámbitos, a pesar de que aquellas que sí lo hacen reportan un 61% de aumento en la presencia femenina en puestos directivos.
Esa cifra es prueba de lo que impulsa el corazón de Atenea Network: cuando las mujeres se acompañan, avanzan más rápido.
Más mujeres, mejores decisiones
Uno de cada cinco directivos considera que las estrategias de igualdad han hecho su empresa más atractiva para clientes e inversionistas, y casi 23% afirma que la diversidad ha impulsado la innovación.
Los equipos equilibrados piensan diferente, deciden mejor y reaccionan con mayor empatía ante los desafíos.
Tener mujeres en posiciones estratégicas no es una cuota simbólica, es una decisión de negocio.
Las organizaciones con liderazgo diverso logran mayor rentabilidad, menor rotación y mejor reputación. Además, están más preparadas para gestionar entornos complejos, especialmente en una era marcada por la inteligencia artificial, la automatización y la necesidad de innovación constante.
Sabemos que los equipos con un mejor equilibrio toman mejores decisiones, son capaces de aprovechar perspectivas más amplias y entablar conversaciones mejor fundamentadas. También contribuyen a impulsar la innovación y pueden atraer a clientes e inversores y mejorar la toma de decisiones. Básicamente, las empresas más igualitarias son mejores lugares para trabajar, y esto tiene un efecto transformador en todos los aspectos de una empresa.
El riesgo de no actuar
A nivel global, la brecha salarial de género ronda el 20%, y aunque el 40% de las empresas dice tener políticas de igualdad salarial, la mayoría aún carece de estrategias activas para cerrar esa diferencia.
Esta omisión perpetúa la desigualdad y limita la capacidad de las empresas para atraer y retener talento femenino.
En un mundo donde las nuevas generaciones valoran la equidad, la flexibilidad y el propósito, las empresas que no actúen rápido quedarán fuera del juego.La igualdad ya no es un tema de responsabilidad social: es una ventaja competitiva.
De los datos a la acción: la visión Atenea
El reporte propone tres acciones urgentes que desde Atenea Network adoptamos como bandera:
Fijar objetivos claros y medibles.
No basta con intenciones. Las empresas deben establecer metas verificables sobre la representación de mujeres en sus puestos directivos y transparentar los resultados.Acompañar todas las etapas de desarrollo profesional.
Desde la atracción de talento hasta la dirección general, se requiere capacitación, mentoría y visibilidad para las mujeres. Si una empresa pierde talento femenino, pierde crecimiento.Ejercer influencia a lo largo de toda la cadena de valor.
Exigir a aliados, proveedores e inversionistas un compromiso real con la diversidad. La equidad debe ser también un criterio para hacer negocios.
Estos pasos son alcanzables y estratégicos. Pero más que políticas, requieren voluntad, inversión y una visión de largo plazo.
La paridad no se logra con discursos, sino con decisiones.
Nuestra generación no será la que espere
Si algo deja claro Women in Business 2025 es que el tiempo de la igualdad no puede seguir corriendo a este ritmo. El reloj marca la urgencia, y nuestra generación no puede ser la que se conforme con esperar.
México y América Latina tienen una oportunidad histórica de liderar este cambio. Un cambio que no se mide solo en cifras, sino en impacto: en las mujeres que llegan, permanecen y abren camino para las que vienen.
Desde Atenea Network, sumamos nuestra voz y nuestra acción para acelerar el paso.
Y si queremos ver la paridad en nuestra vida —y no en 2051—, tenemos que moverla juntas, hoy.
