Amazon anunció que más del 60% de los productos vendidos en Estados Unidos pasan por al menos un proceso automatizado dentro de sus centros de distribución. El dato, publicado por The Wall Street Journal el 1 de julio de 2025, confirma el avance acelerado de la compañía en el despliegue de robots, inteligencia artificial y sistemas autónomos en su red logística.
Según la empresa, esta automatización no implica necesariamente reemplazos masivos de trabajadores humanos, sino una evolución del modelo operativo en el que las máquinas se encargan de tareas repetitivas, como el escaneo, la clasificación o el movimiento de paquetes.
“En lugar de caminar 20 kilómetros al día dentro de un almacén, ahora nuestras y nuestros empleados pueden operar estaciones de clasificación asistidas por robots”
Scott Dresser, vicepresidente de tecnología de Amazon Robotics
De 0 a 750 mil robots en una década
Amazon cuenta actualmente con más de 750,000 unidades robóticas desplegadas en sus instalaciones alrededor del mundo. Esta cifra incluye desde brazos mecánicos hasta vehículos autónomos, pasando por estaciones de trabajo semi-asistidas que reducen el esfuerzo físico de las y los operadores.
Además, la compañía ha invertido en algoritmos de inteligencia artificial capaces de predecir demandas regionales, optimizar rutas de entrega y reorganizar inventarios de manera dinámica. El objetivo: reducir tiempos de entrega y mejorar la eficiencia sin necesidad de expandir agresivamente la plantilla.
¿Qué cambia para el empleo?
Este nuevo modelo plantea tensiones inevitables. Mientras Amazon insiste en que la automatización ha creado nuevos roles técnicos —como operadores de sistemas, mantenedores de robots y analistas logísticos—, sindicatos y organizaciones laborales advierten que miles de empleos operativos podrían desaparecer gradualmente, especialmente en regiones donde el mercado laboral depende de los centros de distribución.
Un estudio del MIT de 2024 estimó que cada robot industrial introducido en un centro logístico reduce en promedio 1.6 puestos operativos en un periodo de cinco años, aunque puede generar entre 0.4 y 0.6 empleos nuevos de mayor calificación. El problema: la transición no siempre ocurre en el mismo lugar, ni para las mismas personas.
¿Y en América Latina?
Aunque esta tendencia aún es incipiente en México y otros países latinoamericanos, grandes operadores logísticos ya están replicando el modelo Amazon. Empresas como Mercado Libre, DHL y Walmart México han comenzado a integrar automatización en sus centros de última milla.
La digitalización logística es uno de los sectores con mayor proyección en el nearshoring mexicano. Pero para que sea sostenible, requerirá una estrategia clara de reconversión laboral y programas de capacitación para quienes podrían quedar fuera del nuevo modelo.
Reflexión final
El avance de la automatización es inevitable, pero no debe ser inhumano.Las mujeres representan una parte significativa de la fuerza laboral en centros de distribución, especialmente en tareas físicas o repetitivas. En muchos casos, son trabajadoras con responsabilidades de cuidado, pocas redes de apoyo y acceso limitado a programas de capacitación.Si la automatización avanza sin perspectiva de inclusión, existe el riesgo de ampliar las brechas de género en el empleo formal. Por eso, necesitamos una transición tecnológica que también sea social y justa: que anticipe sus impactos, ofrezca alternativas y garantice que nadie quede fuera del futuro que ya empezó.



